Más vale maña que mil estudios

Las entrevistas, ese momento laboral que toda persona teme, no estamos seguros ni de nuestro nombre, le damos mil vueltas a lo que nos pueden preguntar, si habremos acertado con el vestuario o si actuaremos según esperan.
Hoy en día somos conscientes de que las entrevistas son como nuestra carta de presentación, el currículum es el trampolín para mas tarde en la entrevista demostrar realmente tus dotes por eso es tan importante y mas ahora que queremos mostrar que dominamos tantas cosas.

En mi pequeña experiencia laboral he tenido la oportunidad de acudir un par de veces a una entrevista de trabajo, sin embargo todavía no ha llegado esa entrevista en la que necesites realmente ese trabajo o te interese de verdad. Mis entrevistas han sido porque siempre está bien que mientras estudias puedas obtener alguna remuneración por otro lado y buscas un trabajo el cual pueda acoplarse a tus estudios.

La primera fue la más seria, por decirlo de alguna manera me vestí arreglada pero informal y acudí con mi currículum y mi cabeza ni paraba de pensar que podían preguntarme si adelantarme a la hora prevista quedaría de muy desesperada o llegar puntual mostraría una cara de poco profesional. Son muchas las preguntas que nos hacemos en estos casos, ahora gracias a las pautas obtenidas en nuestra asignatura de Comunicación y Mercado de Trabajo se me han disipado todas, la verdad es que es muy útil saber anécdotas y consejos sobre cómo actuar en una verdadera entrevista. Como he dicho al principio, todavía no he tenido la sensación de llegar a “la entrevista” pero ahora creo que si llega puedo ir mas preparada.
La segunda fue en un lugar mucho menos profesional, parecía más que nos fuésemos a tomar un café que una entrevista, quizás debido al tipo de empresa o empleo fuese así. Todo ello hizo que la sensación que tuve en la primera cambiase totalmente, me hizo sentirme mucho más tranquila y ambas partes llegamos a un buen acuerdo